miércoles, 17 de noviembre de 2010

Autorrestricción

A mi abuelo, que fue trabajador en los montes, le recuerdo contemplando diariamente en la sobremesa los documentales sobre animales, sin que dejase de exclamar muy a menudo "Qué maravilla, qué maravilla", lleno de entusiasmo y destilando esa veneración y respeto por la naturaleza propia de quienes han llegado a algún tipo de comunión con ella....

Fascinación por cuanto encierran de sencillo o prodigioso sus plantas, sus océanos, sus volcanes, el ciclo del agua, el canto de las ballenas, la evolución en las Galápagos o de los primates, el Serengueti, Madagascar o la cordillera andina... Ese asombro que tantas emociones nos provoca el descubrimiento, el conocer o el reconocer allí fuera, tan lejos y tan cerca, tanta maravilla... Y sí, conocer es amar!

Hace poco he tenido la ocasión de documentarme acerca de la vida de los elefantes, y efectivamente, mi admiración por su forma de vivir ha conllevado un parejo aumento del amor que los mismos me suscitaban. Pero de la información que he incorporado, hay algunas conductas que me han llevado a reflexionar sobre lo que aquí os quiero exponer. Resulta que en los últimos años se ha polemizado mucho sobre determinados comportamientos agresivos de los paquidermos frente a los humanos y sus propiedades, tildándolos de violentos y peligrosos, de modo que así trataban de justificar la matanza de aquellos. Pues bien, consideremos previo estos puntos:

  1. Los elefantes (africanos y asiáticos) son los animales más poderosos y fuertes de los cinco continentes.

  2. Junto al hombre, y con los grandes simios y los delfines, tienen la capacidad de autoconciencia, es decir, pueden identificarse a sí mismos de forma diferenciada frente a su entorno y a sus congéneres reconocerlos en su individualidad.

  3. Su sistema límbico (el area cerebral que se activa cuando se experimentan emociones) está proporcionalmente altamente desarrollado.

  4. Su memoria es prodigiosa: almacena y registra información que es capaz de recordar durante almenos doce años.
Volviendo al tema planteado, tales comportamientos no se habían observado hasta tiempos recientes y actualmente siguen existiendo grandes zonas donde la convivencia hombre-elefante discurre sin altercados a destacar, tal y como siempre había sido.

Resulta pues que las investigaciones revelan claramente que éstas se han producido en aquellos sitios donde debido a la presión demográfica se han extendido o instalado poblados humanos, zonas que forman desde antiguo parte de los ecosistemas y rutas de las manadas. En estos lugares de colisión/encuentro entre hombre-elefante muchos animales han sido objeto de caza, de persecución y de muerte... y muchos ejemplares han sido muertos en la proximidad de sus congéneres. Por otra parte, en la misma linea, muchos cazadores en pos del marfil han asesinado a los ejemplares adultos a la vista de sus vástagos, quienes han presenciado como les arrancaban los colmillos y otras crueldades.
Efectivamente, existe una larga casuística de ataques, con situaciones como arrasar con huertas y cercos, derribar poblados, matar a sus vacas, etc. Son todo ejemplos de animales llenos de ira y rabia, animales que se vuelven violentos contra aquel y los bienes de aquellos a quien reconocen como su agresor, a quien más que tratar de hacerle daño, le están enviando un mensaje de "No nos hagas daño; nostros no hacemos daño, pero sabemos y podemos hacerlo". Hay un extremo que me resulta muy ilustrativo: Los elefantes son de naturaleza pacífica, de hecho no tienen apenas enemigos y únicamente demuestran fobia por los rinocerontes, a quienes no aceptan cerca suyo de ninguna manera. Entonces, ¿porqué matar al irrelevante ganado de los humanos? Desatando dicho comportamiento nos están hablando, se están expresando en la unica COMUNICACION NO-VERBAL que les es posible. ¿¡ Hace falta alguna prueba más para atenderlos !?
Los elefantes, que se reconocen y nos identifican, que tienen una prodigiosa memoria, que poseen una alta capacidad emotiva, que desarrollan un sentido de socio-familiar muy fuerte, parece ser que son los UNICOS que pueden expresarnos lo que TODOS los animales restantes quisieran decirnos por no ser éllos capaces de manifestarse con el poderío e inteligencia elefantino.

Los animales así como el resto de seres vivos piden respeto y tolerancia. La vida quiere vivir y debemos ejercer una "auto-mediación" a fin de que todos puedan ejercer al derecho de permanecer vivos, libres y exentos de acciones hostiles o cruentas.

Un primer paso que propugnaría pasa por la creación de "Zonas de Autorrestricción Humanas", lugares que más allá del concepto de parque natural o reservas, sean territorios absolutamente naturales y autorregulados por las leyes de la ecología, donde la intervención humana sea mínima y el acceso solo pueda ser para el personal expresamente autorizado y para fines justificados. Así pues, en la misma linea que muchos colectivos, librepensadores e investigadores claman por actuaciones planetarias en aras de la desnuclearización, de la desindustrialización, desmilitarización y decrecimientos en general (poblacional, energético, consumo, compras ... ), cabe pues luchar por una deslocalización humana o despoblación voluntaria de grandes zonas para que la naturaleza pueda continuar su desarrollo, vastos espacios en los cuales la conciencia del hombre hace ver la necesidad imperiosa de lugares donde éste como especie se autolimite en acceso y en cualquier tipo de intervención por mínima que sea!


Los animales y las personas tenemos derecho a vivir en paz cada dia... Y creo que nada mejor que juntos y compartiendo este mundo para conseguirlo!



No hay comentarios:

Publicar un comentario